En defensa de nuestra ecología

Escribe: Daniel Oscar Tagata (*)

 

La riqueza de nuestra fauna desaparece poco a poco por la acción del hombre. Se ha dicho mucho pero casi nada se ha hecho sobre la conservación de los diferentes animales que pueblan nuestro territorio, sin olvidar los ríos y lagunas. El Perú es un país de belleza exuberante. Su variada geografía y clima producen una asombrosa diversidad natural.

 

 

Un amigo estuvo en Iquitos de vacaciones y se internó en un safari para conocer la belleza natural de la selva. Como gran hazaña contó que había comido mono, lagarto, sajino. Quedé preocupado de que, a ese ritmo de consumo, se van a exterminar las especies salvajes. Va a llegar el momento que las próximas generaciones sabrán que existía tal o cual animal por videos, fotografías o dibujos.

 

Hemos tenido oportunidad de estar en regiones en donde todo el año se matan venados, monos, tortugas, iguanas, no se respeta la ley natural de la vida. Se dispara a los animales por “deporte”, inclusive, sin tomar en cuenta la época de reproducción de las especies.

 

Los nativos de los lugares tienen derecho a la caza y pesca; por ello, respetamos su modo de vida. Ellos, con su sabiduría ancestral, tienen conciencia de los recursos que pueden explotar racionalmente para su sustento. No sucede así con los que van especialmente a hacer exóticas aventuras o excursiones y sacrifican  especies en vías de extinción.

 

Se ha dispensado escasa atención a la actitud de defensa por los animales de la selva y hay poca difusión de la importancia de su protección y conservación. En todo el país se sacrifican, innecesariamente, animales salvajes. Nunca se han hecho respetar las disposiciones que sobre el particular existen. La destrucción de los recursos naturales debe detenerse por el bien de ésta y de las futuras generaciones.

 

Nosotros, que siempre nos hemos sentido orgullosos de poseer una de las faunas más ricas y variadas del mundo, bien poco hemos hecho por mantenerla. En países que no tienen la fortuna de admirar y tener riquezas análogas, han conseguido conservarla, defenderla y fomentarla dentro de una planificación que revela positivos rasgos de civilización. La fauna está en peligro inminente de extinción si no se toman medidas drásticas e inmediatas para su defensa y conservación.

 

Los centros educativos de la colectividad tienen un papel importante que cumplir y estamos seguros que lo están haciendo, incentivando a los alumnos para que sean defensores de los recursos naturales y propicien una buena calidad del medio ambiente, atenuando de esta manera el impacto destructivo, sobre todo salvando muchas especies de la extinción.

 

Es necesario un cambio de actitud y enfoque a todos los niveles, que involucre a todos los sectores de la sociedad. He aquí una misión a desarrollar como miembros de la colectividad a fin de evitar consumir o destruir especies en vías de extinción para dar paso a la supervivencia de ellas y dejar un legado a las futuras generaciones.

 

Las celebraciones con ocasión del 110 Aniversario de la Inmigración Japonesa al Perú no solamente deben estar orientadas a la conmemoración de dicho acontecimiento sino también debemos inculcar en la comunidad la importancia de la ecología. Ésta estudia el medio ambiente, la distribución y la riqueza de los seres vivos, y cómo esas propiedades son afectadas por la interacción entre los organismos y su entorno. Algunas de las formas de extinción incluyen la persecución directa, la contaminación, la destrucción de su hábitat, la introducción de nuevos depredadores… Podríamos premiar a las instituciones o personas que ofrezcan algún tipo de proyecto de protección al medio ambiente porque así contribuimos a salvar al planeta y a evitar el calentamiento global.

 

 

(*) Peruano. Ex gerente general de la Asociación Peruano Japonesa; Past presidente de la Asociación de Scouts del Perú · Ex Director Gerencial del Consejo Interamericano de los Scouts. Actualmente es columnista de “Japón en Español” y “EL Blog del PETA”.

 

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